La producción de este modelo se inició en 1967 por encargo de la Corona inglesa a la firma británica Daimler-Jaguar para el servicio oficial de la casa real británica y de embajadas y consulados. Está considerada como la última de las limousinas reales. Y razones no le faltan para ser considerada de esta maneta porque su estilo y proporciones han propiciado que muchas casas reales, magnates de las finanzas o prestigiosos hoteles de todo el mundo eligieran el DS 420 como el vehículo representativo por excelencia.

Actualmente este modelo todavía es uno de los vehículos oficiales de la Casa Real Británica.

La categoría exepcional del modelo, usado por grandes personalidades y su gran amplitud con 8 plazas, 5 en la parte trasera y 3 en la delantera harán que los novios puedan disfrutar el día de su boda como un día único e irrepetible.

El vehículo dispone de una nevera con bebidas para consumir durante todo el trayecto sin coste adicional alguno.